¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre?

No se turbe tu corazón, no temas esa ni ninguna otra enfermedad o angustia. ¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre? le decía la  Santísima Virgen al indio Juan Diego.
No se turbe tu corazón ni se acobarde me ha repetido cientos de veces a lo largo de mi vida...
¿ Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?
No temas ni te inquietes nos sigue diciendo.
Te invito a mirar tu historia y ver con ojos de fe cuanto te ama y cuida esta Santísima Madre.

Ave María

Ave María
Quienes sufren vienen a ti, a ti que tanto has sufrido.
Tú comprendes sus miserias y las compartes.
María, nuestro aliento.
Ave María
Ave María
Quienes lloran son tus hijos, tú que entregaste el tuyo
para lavar a la humanidad de sus impurezas.
María, la pura.
Ave María
Ave María
Quienes dudan están en la oscuridad.
María aclara sus caminos y tómales de la mano.
Ave María.
Ave María, Ave María
Amén

Canción de Charles Aznavour, cantante franco- armenio

LOS SANTOS CON MARIA

María, cómo pensar tu sábado santo sino dentro del silencio perfecto. Una vez la tumba cerrada, san Juan te condujo hacia la casa en Jerusalén. Eso ocurrió probablemente en silencio. El respeto ante tu sufrimiento los dejó mudos a todos. Tú les hiciste comprender que deseabas estar sola.Estar sola era el único consuelo; pues necesitabas que las lágrimas encontraran su cauce. ¿Si el Señor había llorado la muerte de Lázaro, no debías tú también llorar después de todo lo que había ocurrido? Su vida entera que era Tu vida la viste desfilar una vez más frente a tu alma, todas las alusiones al sufrimiento, todos los pasajes de las profecías y junto a ellas el anuncio de la Resurrección.
Santa Teresa Benita de La Cruz, (Edith Stein)El secreto de la Cruz